jueves, 15 de abril de 2010

Columna publicada en La Tarde el 16/04/10. (CLICK EN LAS IMÁGENES DE ABAJO PARA AGRANDARLAS)

La respuesta
CARLOS ANDRÉS ECHEVERRY RESTREPO


En entrevista publicada el día de ayer en este medio, Irma Noreña intentó explicar el presunto enriquecimiento sin causa que ha tenido ella y su familia en el período que lleva como gerente de Aguas y Aguas, sin embargo, las incoherentes justificaciones dadas por la funcionaria me permiten aclarar y ratificar ciertos hechos. Veamos.

Dice la gerente que su palacete de Cerritos pertenece a una ‘Sociedad familiar’ constituida por 10 miembros y a la cual ella aportó $ 150 millones. También comenta que la lujosa y costosa propiedad tiene como finalidad el “prestar el servicio de hospedaje rural para celebrar matrimonios, fiestas y disfrute”. Consulté al Ministerio de Comercio, Industria y Turismo y constaté que la ‘Sociedad’ de los Noreña no aparece en el Registro Nacional de Turismo, tal como lo ordena la ley. En el DAS tampoco aparece el libro de registros que debían aportar en cumplimiento del artículo 87 del Decreto 4000 de 2004, tampoco se cumplieron las disposiciones que sobre piscinas trae la Ley 1209 de 2008 y no aparece registro mercantil para tal actividad. En resumen, la justificación del hospedaje rural es, a primera vista, falsa.

Debemos recordar que el palacete consta de tres predios con una extensión de 8.491 m2 y uno de esos lotes comprado por la supuesta ‘Sociedad Noreña’, aún aparece a nombre del dueño original. Si la casa la construyó una sociedad ¿por qué uno de esos lotes aún no aparece registrado a uno de sus miembros? Además, cuando iniciamos la investigación, me ofrecieron venta de metro cuadrado en la zona por un valor de $ 75.000 m/cte, esto es, el valor real de los 8.491 m2 donde queda la propiedad de Irma supera los 670 millones de pesos, si a esto le agregamos más de $ 2.000 millones que costó la construcción de la casa, la piscina y la cancha de fútbol, estaríamos hablando de unos 3.000 millones de pesos los cuales, divididos entre los integrantes de la ‘Sociedad’, daría para un aporte individual de $ 300 millones aproximadamente, esto sin sumar el valor de los otros bienes de la familia Noreña que según los datos aportados en anteriores columnas superan los $ 1.000 millones. Teniendo en cuenta lo anterior ¿cómo hacen las 10 supuestas personas de la ‘Sociedad familiar’ para atesorar más de $ 4.000 millones en los 4 años que Irma lleva de gerente de Aguas y Aguas? ¿Simple coincidencia?

Por otro lado, en el proceso sancionatorio iniciado por Control Físico contra ‘el hospedaje rural’ por haberse edificado sin licencia de construcción, el que acepta la responsabilidad es el señor Mauricio Salazar, esposo de Irma y no representante alguno de la ‘Sociedad familiar’, como era de esperarse.

Yerra también la gerente al decir que solicité su declaración de rentas. Como se puede apreciar en documento publicado en mi blog, lo que se pidió fue la declaración juramentada de bienes y rentas tal como lo ordena la Ley 190 de 1995 (Estatuto anticorrupción) formulario que deben aportar todos los servidores públicos antes de ejercer sus funciones. Irma Noreña no ha entregado este documento público ni el de su cónyuge, requisito legal no exigido a la reina de las aguas.

Por último, vale la pena destacar el menosprecio de la señora Noreña hacia los mecanismos de participación. Para ella, el que presenta derechos de petición es el enemigo, quien hace control a la gestión pública es el victimario. En su torticera interpretación del control ciudadano, la gestión de Aguas y Aguas debe hacerse en el más perverso de los silencios, a espaldas de sus verdaderos dueños: la sociedad pereirana.

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No sobre decir que ya denunciamos el presunto enriquecimiento sin causa de los Noreña ante el Fiscal General de la Nación, la división de lavado de activos y financiación del terrorismo de la UIAF del Ministerio de Hacienda, y el Zar anticorrupción.

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Irma Noreña sugiere que yo debería dedicarme a trabajar para comprarme una casa y un carro. Prefiero seguir siendo un pobre vago pegado detrás de un computador que adquirir propiedades de la manera como lo hacen ella y su familia.

2 comentarios:

  1. Que bueno que otros ciudadanos, tomen ejemplo de este ejercicio de control sobre la gestion pública, debemos ser más los que tengamos sentido de pertenencia y no la cinica indiferencia de criticar a quienes si nos importa los bienes de uso público

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  2. Carlos Andrés Echeverry REstrepo22 de abril de 2010, 17:24

    Gracias por el valioso comentario.

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