El dedo millonario (primera entrega: la tubería)
CARLOS ANDRÉS ECHEVERRY RESTREPO
Entre el 01 de julio y el 30 de noviembre de 2010, Aguas y Aguas de Pereira suscribió cerca de 150 contratos por $7 mil millones aproximadamente, de los cuales 134 fueron adjudicados por la modalidad directa y 17 por invitación privada. La licitación pública, constituida como regla general de los procedimientos de selección de contratistas en el ordenamiento jurídico colombiano, pasó a ser una modalidad completamente excepcional y de aplicación restrictiva en la administración de Irma Noreña y, por el contrario, el ‘dedo’ de la gerente se convirtió en el mecanismo por excelencia para la selección de contratistas.
La justificación del proceder de la señora Noreña –respaldada por el alcalde de Pereira y el contralor municipal- a primera vista parece razonable: las adjudicaciones directas no violan la ley. No obstante, un análisis detallado de algunos contratos permite demostrar que el régimen de selección de contratistas seguido actualmente por Aguas y Aguas, ha degenerado en la violación de principios constitucionales y legales propios de la función pública, como lo son los principios de economía y transparencia. Veamos.
A través del contrato de suministro No 171-10, la firma Roberto Salazar y Asociados se comprometió a entregar a Aguas y Aguas 4.891 metros de tubería Novafort y Novaloc (productos PAVCO) de distinto diámetro y 65 unidades de uniones, por un valor total de $743.557.309 m/cte. Si el procedimiento de selección del contratista para la adquisición de la tubería hubiese sido a través de la licitación pública, Aguas y Aguas se habría beneficiado con una propuesta más favorable, tal afirmación se desprende de la comparación del precio del contrato con una cotización expedida por el Almacén París. Mientras la firma Roberto Salazar y Asociados dio un descuento de cerca del 25% sobre los precios de lista de la tubería de PAVCO, el Almacén París ofreció el 43% con posibilidad de llegar a un 52%. En otras palabras, un descuento del 43% representaría un ahorro de $91.106.470 m/cte para Aguas y Aguas, beneficio frustrado por la modalidad de contratación efectuada con Roberto Salazar y Asociados. En el caso expuesto, la licitación habría garantizado un manejo adecuado de los recursos públicos, una observancia del principio constitucional de economía y, obviamente, un mejor precio para la empresa municipal, es decir, un descuento mayor sobre el precio de lista publicado por los fabricantes de tuberías.
Un usuario de acueducto y alcantarillado ubicado en estrato 6, con un consumo promedio de 17 m3 paga, cada mes, un valor cercano a los $80.000 m/cte. Con 91 millones de pesos que Aguas y Aguas dejó de percibir por no abrir una licitación pública en el tema de las tuberías, se podían haber cancelado las facturas de 1.137 usuarios de ese estrato.
La obstinación de la señora María Irma Noreña en mantener un régimen de contratación basado en el arbitrario movimiento de su dedo, lleva a generar sobrecostos en los objetos demandados por la empresa a su cargo, dineros que no salen de su cartera, sino de los bolsillos de todos los pereiranos.
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